hace tiempo que no visito este espacio. este hueco
que hay aquí y aquí. entre mis libros de prevèrt y estas ganas de
hablar de la verdad. hace tiempo que no. y es que hay veces, es que hay
particulares rayos de conciencia que despiertan a la luz de la noche. y
pasa ahora. pasa en esta calle que no me lleva a ningún otro lado que
no sea a mí. adentro. a esas naciones imaginadas y, por lo mismo,
reales. esas patrias pequeñas llenas de sentidos que no tienen nombre y un
paquetón de noches como la que vivo ahora mismo. noches de febrero que me obligan a
reconocer que todo es posible aunque al hemisferio derecho de mi
conciencia se le hayan gastado un poco sus manecillas.
hace
tiempo que no. que no visito este espacio. que no toco a la puerta.
que no busco ventanas ni techos de cristal. hace tiempo que no. que no
habito este espacio que piso. éste que hay entre lo que soy y lo que
puedo ser.
y qué bien, qué bien se siente saber que a este espacio
lo creo yo y que para las manecillas gastadas basta cerrar los ojos y reconocer que nunca debieron estar en primer lugar.
con amor al presente y a lo que puedo imaginar,
YINQ
(sin fecha)