Nueva York es un océano; siempre vuelve en olas. Está lleno de sirenas y cofres. También, si le piensas bien, tiene sus faros, muy bien colocados en los ojos de quien le mira.
Nueva York es un océano; siempre vuelve en olas. Está lleno de sirenas y cofres. También, si le piensas bien, tiene sus faros, muy bien colocados en los ojos de quien le mira.