Estoy pensando que es bueno saberse visto, mirado, mimado, aceptado, amado.
Estoy pensando que el viaje de San Juan a San Sebastián ya lo hago tan automático que ni me doy cuenta de cuando lo hago. Me pierdo vacas, montañas, flamboyanes.
Estoy pensando que mi pelo ondulado es una fábula de la niñez a la que siempre deseo regresar y que por eso lo amo cuando aparece. Me hace sentir feliz.
Estoy pensando en R., en la primera vez que nos vimos.
Estoy pensando en las canciones que nos hacen.
Estoy pensando que hay besos-párrafos y besos-microficciones y que prefiero los primeros.
Estoy pensando que sí es cierto que importa dónde se escribe y que debí traerme en este viaje mi pad amarillo grande y dispuesto. Lo imagino donde lo dejé, esperando por mí.
No estoy pensando en cómo se me ha escapado el tiempo lo suficiente como para no tener un momento tranquilo para extrañar a abuela a conciencia.
No estoy pensando en cómo fue que la pensé en estos días cuando me topé con una bobada que no tenía nada que ver con ella. Fue la primera vez en meses que me permití llorarla.
No estoy pensando en las mil y una formas en que mamá me dice que me quiere al inventarse un nuevo teorema para que no me vaya de vuelta: "hay una mariposa amarilla, no te puedes ir".
—Ejercicios para contarme
8 de marzo de 2025
San Sebastián, Puerto Rico
Prompts de Writing Down the Bones de Natalie Goldberg